martes, 11 de noviembre de 2014

¿La calidad encubre la Calidad?

 Autor: Antonio López

Los sistemas de calidad no son nuevos. Ni tampoco su incursión en el ámbito educativo. De hecho tenemos en España una Ley que se quiere llamar de Calidad Educativa.
Está claro de qué se trata cuando hablamos de calidad en este sentido: ISO, EFQM, etc., además de otros procedimientos más o menos artesanales que pretenden garantizar que los procesos se realizan adecuadamente atendiendo a todas las áreas de interés. Esto ocurre especialmente en ISO, pero en EFQM también sucede a su manera.
En estos sistemas, a lo largo de la secuencia todo queda procedimentado y registrado para que el servicio se realice de forma idéntica para todos y cada uno de los clientes independientemente de la persona que lo esté realizando.
No obstante son muchos los profesores que han alzado la voz en más de una ocasión señalando que tanta sistematización en cierta manera les coarta y les hace perder autonomía. No es raro que en sector sanitario suceda lo mismo.
Aunque es indudable que los sistemas de calidad no han dejado de mejorar muchas de las parcelas de las instituciones educativas, todavía muchos ponen en duda su eficacia real en las enseñanzas medias (incluso en las universitarias), ya que por su falta de flexibilidad, acaban convirtiéndose en maquinarias que hay que alimentar, que no forman parte del espíritu de la educación (ni de la medicina). Es la barrera que uno se salta cuando le interesa… porque no es real.
Hay, en este sentido, que recordar que la implantación de sistemas de calidad que no es un movimiento que suela surgir desde la base o el claustro, sino desde la dirección.
Y aquí es donde surge la duda: si realmente los sistemas de calidad han hecho mejorar la Calidad (con “C”) de la educación, haciendo que todo el sistema que se utilice en el proceso educativo tenga las cartas boca arriba, o también han servido para encubrir faltas y errores como una capa que todo lo tapa a base de reglamentos y procedimientos, logrando con la objetividad del dato disfrazar la falta de resultados en las aulas…
Es un llamamiento a la reflexión…